domingo, 13 de octubre de 2013

Me llamo Darien: descendiente única de la Madre de Dios...

La Gruta del Palacio, antigua morada de pueblos indígenas y por tal motivo, conocida como el Palacio de los Indios, está situada en el Departamento de Flores, muy cerca de la ciudad de Trinidad.
Cuenta la leyenda que el naturalista francés Henri Renaud, quien venía con la expedición de Don Pedro de Mendoza por el año 1536, fue a vivir al palacio, luego de que Zemi un cacique charrúa le salvara la vida.
 

Al llegar al palacio, luego de una larga expedición, salió a recibirlos la esposa de Zemi, una bella mujer, alta, de tez blanca y grandes ojos, quien poco a poco, le enseño a Renaud, su idioma.
 
Por ese entonces cuenta Renaud, el frente la caverna contaba con tres accesos, con forma de arco, adornadas con plantas. La riqueza de la misma deslumbraba, la vajilla era de cerámica, huesos, oro y plata.

La esposa del cacique, llamada Darien le contaba "Yo me llamo Darien, soy descendiente única de la Madre del Dios que creó el Sol, la Luna y los otros elementos. En este palacio se esconde toda la riqueza de mis ancestros. Ni siquiera todos los indios de la tribu más fuerte, la de los guaycurú, podrían cargarlos para llevárselos.”

Cuenta Ranaud que los padres de Darien emigraron, desde lo que hoy conocemos como el Golfo de Panamá, cuando los europeos invadieron sus tierras en busca de tesoros.
 
El pueblo huyó, llevando todas las riquezas del templo Dobaida a la Gruta del Palacio, donde se establecieron luego de un largo éxodo.

En esta gruta, que el pueblo del norte, adoptó como morada, nació Darien. Poco tiempo después, su padre murió combatiendo contra la tribu de los Chanás. Su madre, casó a Darien con Zemi, el cacique más poderoso de la región.

Se dice que los tesoros de Dobaida aún yacen en la Gruta del Palacio, esperando por quien logre descubrirlos.