"La Palabra Perdida"


 

"Inmensidad"



"La tormenta arreciaba con furia incontrolable; las


olas se levantaban como monstruos dispuestos a tragarlo

todo; el viento obligaba a los marinos a sostenerse

de lo que les fuera posible. El oceano, negro como la

maldicion de aquella vieja bruja que acechaba desde su

rancho mugroso de terron y paja todo cuanto pasaba en

el aqui y en el mas alla, lo envolvia sin piedad.

El barco crujia bajo el poder de la inmensidad. Por

momentos parecia tocar el fondo mismo del oceano y

desde alli levantarse, peleando por sobrevivir. Lorenzo

Piria lo supo casi de inmediato; habia sorteado muchas

tormentas, pero aquella… aquella era el infierno concentrado

en una sola nota de dolor y angustia. Hacia todo

cuanto estaba a su alcance para defender lo indefendible;

segundo a segundo lo reconfirmaba: no habia salida.

Su vida comenzo a pasar ante sus ojos a una velocidad

increible. Su infancia, su juventud en Italia, la necesidad

de ser alguien y con ello la inmigracion a Montevideo.
 
Los viajes a traves del oceano, como verdaderas provocaciones

a la vida. La risa facil e irreverente despues

de que sorteaba los obstaculos, esa que solo la juventud

puede permitirse frente al milagro de las idas y venidas

por aquel manto de agua sobre el cual el flotaba durante

dias enteros, sin mas compania que el desafio.

De pronto aparecio la imagen de Serafina de Grossi,

su companera y madre de sus hijos. La vio frente a el,

sumida en un sueno agitado y apesadumbrado. Se movia

inquieta y angustiada. Quiso despertarla, pero sus manos

eran etereas al contacto y, aunque vio las lagrimas

surcar su rostro, simplemente no pudo despertarla.

La ola negra y enorme fue iluminada por un relampago;

cargo con toda su fuerza contra el barco y lo

levanto tan alto que Lorenzo casi pudo tocar el cielo.

Luego sobrevino el ruido aspero y desalmado y la caida

en picada desde lo mas alto… el navio simplemente se

partio.

El fondo del oceano no era como el lo habia imaginado... "