El regreso a Roma, la Ciudad Eterna
“¿Cómo saber que algún día regresaría a la Ciudad Eterna, convertido en estratega, jinete, marino, militar y conductor de hombres? ¿Cómo saber que ésta me regalaría horas de gloria y también de amarguras?”
Giuseppe Garibaldi
El general Giuseppe Garibaldi
Creyó firmemente en la libertad, la república y la igualdad de los hombres. Luchó contra la monarquía, el absolutismo y el poder desenfrenado del clero, lo que lo convirtió en un héroe y en un mito. Sus ideales y sus convicciones siguen siendo, aun en los albores del siglo xxi, absolutamente actuales.
“¿Cómo saber que algún día regresaría a la Ciudad Eterna, convertido en estratega, jinete, marino, militar y conductor de hombres? ¿Cómo saber que ésta me regalaría horas de gloria y también de amarguras?”
Giuseppe Garibaldi
Creyó firmemente en la libertad, la república y la igualdad de los hombres. Luchó contra la monarquía, el absolutismo y el poder desenfrenado del clero, lo que lo convirtió en un héroe y en un mito. Sus ideales y sus convicciones siguen siendo, aun en los albores del siglo xxi, absolutamente actuales.
Fue un personaje significativo de la Unificación Italiana, participante activo de la Guerra de los Farrapos en Río Grande del Sur, defensor a ultranza de la libertad de los pueblos y enemigo acérrimo de dictaduras y despotismos en cualquier lugar del mundo.
Vivió en Montevideo por un largo período; pasó privaciones aunque era general, hablaba ocho idiomas y había peleado en dos continentes. Fue masón por convicción; enseñó que la patria no es un ideal ni un intangible, que se lleva en el corazón.
Se enamoró de Manoela, sobrina de Bento Gonçalves. Se casó con la que más lo amó: Anita, la mujer que se convertiría en la Guerrera de Dos Mundos.
Romántico en su vida, romántico en su tormenta mental
Romántico en su vida, romántico en su tormenta mental
Miguel Kertesz
Escritor, crítico y periodista
"El espíritu romántico de Giuseppe Garibaldi y el ambiente que lo rodeó a lo largo de su vida fueron captados por Maritza Vieytes en su nueva novela histórica “El león de Caprera”[1].
La autora hace una nueva construcción mediante un collar de historias –que podrían ser narradas en forma independiente y que, perfectamente podrían tener el carácter de cuentos, cada una de ellas. Vieytes consigue llevarnos de la mano al siglo XIX y borda los personajes en forma eficaz en un fondo creíble de interiores, tanto en Brasil como en el Uruguay de la época.
Los amores de Garibaldi –el mar, sus Manoela y Anita, su adhesión a la República de los Farrapos, a la unificación italiana y a la igualdad de los hombres así como a la libertad, la libertad romántica–, son reflejados por la escritora como si ella misma hubiese participado de la vida del héroe. Menciona, al pasar, temas como la masonería, el tesoro y el cuerpo birlado de Rosita, las batallas peleadas por Anita, sin desviarse del objeto de la autora: pintar un retrato del hombre.
Maritza Vieytes consigue, en una novela que puede leerse de un tirón, hacer creer al lector que se trata de una cosa fácil: una prosa construida con buena sintaxis, bien documentada, que impone un ritmo interesante, con manejo apropiado de las dimensiones, la estructura, la concentración del lenguaje de la novela. . Este texto narrativo es, en primer lugar, un texto literario, actividad lúdica y profundización en la realidad con un correcto manejo de los personajes de Giuseppe y los demás, que entran y salen de la historia en forma pulcra. El tiempo y el espacio son administrados con seguridad. La alteración del orden temporal es clara; los saltos geográficos se comprenden inmediatamente. El discurso citado directamente, así como el indirecto encajan perfectamente en la novela, lo que permite fluir como si navegásemos junto a los personajes."
[1] Vieytes, Maritza: El león de Caprera. Montevideo: Tierradentro, 2010.
Diario La República: Crítica Literaria sobre El León de Caprera
Enamorado de la Libertad
Las revoluciones son auténticas mutaciones civilizatorias, que coadyuvan a la reconfiguración de la historia y suelen perfilar radicales transformaciones en las estructuras políticas y sociales.
Las revoluciones son auténticas mutaciones civilizatorias, que coadyuvan a la reconfiguración de la historia y suelen perfilar radicales transformaciones en las estructuras políticas y sociales.
Desde las memorables gestas emancipadoras que parieron la independencia de nuestra América, hasta la épica de las organizaciones guerrilleras que enfrentaron a las dictaduras genocidas en la segunda mitad del siglo pasado, la geografía de nuestro balcanizado continente se ha teñido de ética y compromiso.
Contemporáneamente, la cultura del cambio circula a través del discurso, la propuesta y la praxis de los gobiernos progresistas.
Sin embargo, como en el pasado, el sendero está plagado de acechanzas, que nacen del renovado desafío coaligado del poder económico y militar de las potencias dominantes y de las propias contradicciones que se gestan en el seno de las sociedades.
A menudo, los revolucionarios han sido denostados por el discurso oficial promovido e institucionalizado por las clases dominantes, que los suelen tildar despectivamente de románticos o meros aventureros. Sin embargo, muchos de ellos perviven en el imaginario colectivo, como paradigmas de renunciamiento y generosa entrega a las causas populares.
Tal vez el prototipo de revolucionario sea el guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara, quien ofrendó su vida por su utopía libertaria, que naufragó amargamente por la traición y la incomprensión.
En "El león de Caprera", la escritora uruguaya Maritza Vieytes construye una ambiciosa biografía acerca de Giuseppe Garibaldi, frecuentemente considerado como un héroe de dos mundos.
Admirado y a la vez fustigado, Garibaldi fue un personaje sin dudas polémico de la historia universal, cuyas campañas revolucionarias transcurrieron en Europa y nuestra América.
Héroe de la unificación italiana, este marino nacido en Niza el 4 de julio de 1807, vivió una existencia apasionante y agitada, cruzada por los tormentosos avatares de sus compromisos ideológicos y sus alianzas militares.
Mixturando la historia con el mito, la autora transita los territorios más álgidos y controvertidos de la peripecia vital de este personaje singular.
Construyendo su obra con un formato de novela, la escritora se asoma a una escenografía vivencial de conflictos, enconos, guerras y amores apasionados.
Mediante a la permanente apelación al flash back como recurso literario, Vieytez indaga en los entretelones de la vida íntima y pública de este rebelde, desde su infancia hasta su inexorable ocaso.
En ese contexto, su prematuro e irrefrenable amor por el mar y por la aventura puede interpretarse como una representación simbólica de un espíritu libertario e indomeñable.
Aunque queda clara su fuerte identificación con las ideas republicanas y su repudio a las autocracias, no menos cierto es que, en algunos casos, sus opciones respondieron a intereses económicos.
El relato describe minuciosamente sus campañas en Europa y América, particularmente en el Brasil alzando en armas contra la monarquía y el tumultuoso y naciente Uruguay, estigmatizado por la tragedia fratricida de la Guerra Grande.
Empero, esta novela histórica no sólo reconstruye al guerrillero, sino también al hombre de carne y hueso, capaz de amar hasta las últimas consecuencias.
"El León de Caprera" es una biografía prolijamente estructurada, que exalta el heroísmo y la convicción de un personaje fuertemente comprometido con los desafíos de su época.
La obra no sólo reconstruye la memoria de la vida y lucha de Garibaldi, sino que también transita la geografía emocional de un ser humano peculiar, cuya figura se ha perpetuado en el tiempo.
(Ediciones Tierra Adentro)
